La motivación es la fuerza que mueve nuestra conducta hacía
determinadas acciones. Cuando
una persona está motivada es capaz de todo.
A la hora de estudiar es muy importante dirigir la motivación de
los niños y niñas hacia el estudio y el aprendizaje.
Qué ocurre cuando están motivados
Si están motivados aprenderán
sin tensión y disfrutarán del proceso, porque su conducta está dirigida hacia
la meta del aprendizaje.
Si no están motivados, comenzará el aburrimiento, la
falta de interés y la desgana. Esto hará que el estudio no sea efectivo, que
los rendimientos sean bajos y al no ver resultados aumentara la desmotivación.
Creándose así un círculo que se hace cada vez más amplio.
Es fundamental despertar la motivación de los niños y niñas y lograr el interés que les haga
involucrarse con su aprendizaje.
Por qué no están motivados.
No están motivados porque no se sienten protagonistas de su estudio
y no están involucrados en el proceso, no
se sienten responsables del mismo. No creen que su esfuerzo les pueda
llevar a conseguir la meta. Si no son los responsables del proceso ni se
implican ni se esfuerzan, no conocen el proceso ni se ilusionan ni se apasionan
por él. Y esto desencadena en los siguientes pensamientos y percepciones: Me
aburre, no me interesa, no disfruto aprendiendo.
Motivar en los
estudios. 10 consejos prácticos
1.
Da un enfoque vivencial al estudio. Esto es dejar que
apliquen los conocimientos, que hagan y que tengan la vivencia del contenido,
lo que les ayudará a dotarle de sentido y a interesarse por ello. Es
fundamental que los pequeños tengan un papel activo.
2.
Enséñales la importancia del esfuerzo para lograr
las metas. En el caso del deporte entienden este esfuerzo, es fundamental
enseñarles que en los estudios también podemos lograr las metas con nuestro
esfuerzo personal.
3.
No recurras a premios o castigos que no estén
relacionados con la tarea. Intenta encontrar la motivación en la tarea en sí
misma. “Si aprendes esto, te va a servir para…..”
4.
Busca cosas que le puedan interesar (un equipo de fútbol, los personajes de una serie, un grupo de música),
e intenta relacionarlo con la tarea, para despertar así su interés. Por ejemplo
podemos emplear estos temas para el vocabulario de inglés, problemas de
matemáticas relacionados con los discos vendidos, los puntos obtenidos en un
partido, etc.
5.
Despierta su curiosidad. Puedes empezar diciéndoles algo como “¿A que no sabías que …..? Después
de eso, exponemos la parte inicial del contenido y dejamos que se cuestionen
que se queden con ganas de saber más.
6.
Evita las presiones y las tensiones. Cualquier
situación que produzca malestar emocional va a hacer que se desmotiven, ya que
no es agradable experimentar malestar y tenderán evitar esa emoción negativa.
7.
Asocia las emociones positivas al aprendizaje. Para ello evita tensiones, crea un clima positivo, sin competitividad,
basado en la comprensión y el afecto. Hacer bromas, sonreír, buscar ejemplos
graciosos e incluso parodias, te ayudará a dotar la situación de aprendizaje de
emociones positivas.
8.
Dale libertad y tiempo para expresarse, para querer saber
cosas. Si dejas muy cerrados el objeto de conocimiento, les estarás privando de
la libertad para desarrollar su aprendizaje, lo tomaran entonces como una
imposición y algo que no han decidido.
9.
Enséñale como conseguir las metas produce satisfacción, estarás
desarrollando la motivación de
logro.
10. Ayúdale a disfrutar de su estudio.
Celia Rodríguez Ruiz (Psicóloga y
Pedagoga)
Fuente: www.educapeques
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